Esta semana quiero hablar de un tema nuevo en clave de humor. Por eso he empezado mostrándote una de las escenas más divertidas de la película “Lost in Translation”. Bob, el protagonista, se encuentra por motivos de trabajo en Tokio, donde vivirá situaciones cómicas, confusas e incluso absurdas. ¿La causa? No tiene ni idea de la traducción. Desconoce la lengua y la cultura japonesa.

“Traducir es hacer un viaje por un país extranjero” George Steiner.

La traducción no es un proceso mecánico en el que se traduce palabra por palabra. Es cierto que existen traductores bastante fiables que pueden ayudarte con una palabra, una frase, pero no pretendas ir más lejos. ¿Qué hay de los giros idiomáticos, los refranes, la ironía y la intención del que habla o escribe? Una máquina no puede transmitirlo. No se trata solo de traducir, sino también de interpretar. Hablar un idioma implica conocer la cultura, el modo de pensar y sentir de una sociedad.

Volviendo a las situaciones divertidas, ¿quién no tiene alguna anécdota que contar sobre la dificultad de hacerse entender con personas de habla diferente? ¡Seguro que los gestos, las expresiones de la cara (comunicación no verbal) o cualquier recurso te ha salvado de algún apuro!
Para superar las barreras lingüísticas la solución no es una novedad: leer, viajar, ver películas en versión original (activa la opción de los subtítulos), hablar (deja la vergüenza en casa), escuchar música, aprender, observar, respetar…

Aprovecho para recomendarte, si no la has visto, “Lost in Traslation”, te aseguro que pasarás un buen rato. A continuación, puedes ver el tráiler.

 

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