En mi opinión hay tantas respuestas como personas. Quién mejor que uno mismo para saber qué cosas, momentos, lugares y recuerdos le inspiran. Sin lugar a dudas, es un ejercicio muy personal.
¿Dónde nace la inspiración?
En la curiosidad, la ilusión, el inconformismo, la superación, la valentía, la diversión. Esta es mi experiencia de la inspiración.
No esperes a que las musas susurren en tu oído porque la principal fuente de inspiración eres tú. Busca dentro de ti. No te quedes en lo superficial. Profundiza. Reflexiona. Trabaja. Sí, trabaja. No creo en los resultados fáciles e inmediatos. Aprovecha los estímulos que recibes a diario (lo que lees, tus experiencias vitales, aquello que ves…). Observa. Escucha. Aprende. Participa. Disfruta. Sé abierto. Agudiza tus sentidos. Estás alimentando tu imaginación. Déjala volar.
Chupa Chups es un claro ejemplo de que las ideas muchas veces surgen de las vivencias más insospechadas, y de que cualquiera puede inspirarse. A diferencia de épocas pasadas, hoy en día contamos con recursos tecnológicos y digitales que aumentan nuestra capacidad de información y conocimiento. Independientemente de si estas herramientas contribuyen o no a la dispersión y al aprendizaje aparente (debate que dejo para otro artículo), estoy convencida de que se trata de nuevas fuentes de inspiración al alcance de todos.
El paso siguiente a la inspiración es la creación; la transformación de las ideas en proyectos pequeños o grandes, personales o profesionales. En todo el proceso debes desarrollar la capacidad creativa sin complejos, sin límites, sin miedo. La creatividad genera inspiración y al revés; cuando empiezas no puedes parar.
Sueña. Imagina. Innova. Actúa. ¿A qué estás esperando?