No quiero ser como “Manolo el de administración”. Lo digo con todo el respeto por los “Manolos” y los “administrativos”. El nombre y la profesión no importa. Solo es el elegido por José Mota en uno de los sketchs del nuevo programa del humorista. Hace un par de semanas lo vi y me hizo reír y refllexionar.

Antes de seguir leyendo, te recomiendo que veas el sketch aunque no seas un fan de José Mota (en el minuto 17:10). Te aseguro una buena carcajada.

https://youtu.be/ozLjQrh7Vbg

¡Pobre Manolo! Años de trabajo y esfuerzo en la empresa para que el jefe le diga que está despedido por algo tan absurdo (o no) como el nombre por el que se le conoce: “Manolo el de administración”.

-“Tienes nombre de quesero”, le dice el jefe, y este desentona con la modernización de la empresa. Es un nombre con “poco glamour y caché”. No como el suyo: “Supervisor in Chief”. ¡Guau! Suena genial, impone y lo hace importante aunque nadie tenga ni idea de qué es.

Dándole una vuelta a la parodia, el problema del protagonista no es el nombre. Todos entendemos que es un administrativo. El problema es la falta de valor y diferenciación. Es un nombre tan general que Manolo es uno más, aunque su trabajo sea excepcional. No es tanto quién es, sino qué hace o a qué se dedica. Necesita una PROPUESTA DE VALOR.

¿Qué es una propuesta de valor?

 

Dicho de una manera sencilla: es aquella frase clara que hará que tu público objetivo te elija a ti y no a otro.

Antes de elaborarla ten en cuenta que tiene que reunir tres aspectos fundamentales:

Relevancia: cómo puede tu producto o servicio resolver los problemas o necesidades del cliente.

Valor: qué beneficio le aporta tu producto/servicio.

Diferenciación: por qué debe elegirte a ti y no a la competencia.

Comunica y muestra tu propuesta de valor. Clic para tuitear

Ningún nombre en inglés o en el idioma que sea le hace sombra a una propuesta de valor coherente. El que tiene una propuesta de valor no debe temerle a nada ni a nadie porque conoce muy bien las razones por las que puede ser útil a los demás.

Una vez la tengas preparada no te la guardes para ti y ¡comunícala!

Lo habrás oído millones de veces porque así es: “lo que no se comunica no existe”. Utiliza los canales off y online (blog, página web, redes sociales,etc.) y el networking para compartir y mostrar tu propuesta de valor. Tan necesario es comunicarla como mostrarla, pero esto es tema de otro post.

Si aún no tienes tu propuesta de valor, como dice José Mota, “¡al lío, hay trabajo por hacer!”.

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